Qué se hace en el Encuentro

Quien nunca participó de un Encuentro del Pueblo de Dios lo que pregunta es: "¿De qué se trata? ¿Qué se hace allí?". Lo que sigue es para esa persona que desea participar, y que quiere tener una idea sobre este evento.

Con mucho tiempo de anticipación se fija el lugar y la fecha del Encuentro del Pueblo de Dios; y se conforma la Comisión, autorizada por el obispo. El tema y el lema se decide teniendo en cuenta lo que la Iglesia celebra, y lo que las distintas pastorales sugieren.

La comisión suele ofrecer un material a todas las comunidades a fin de que se preparen espiritualmente, y repasando el tema a reflexionar durante el Encuentro. Mientras tanto se va organizando el viaje, medio de transporte, etc. por comunidad.

Llegado el día del Encuentro, ya en el lugar del evento, se acostumbra a rezar las Laudes, la oración oficial de la Iglesia para comenzar el día. ¡Qué hermoso es contemplar a la multitud, conformada por miembros de todas las comunidades de la diócesis, reunida en un lugar, para el saludo, el canto de bienvenida, y la oración de las Laudes!

En el lugar de la oración se acostumbra a preparar un escenario, sobre el cual se arma un altar, y se colocan la réplica de la Cruz de los Milagros y la imagen peregrina de la Virgen de Itatí.

Después de la oración generalmente alguien explica el tema, con textos de la Biblia, o algún párrafo de algún documento de la Iglesia. Y se pasa a los distintos lugares preparados para el diálogo por grupos; cuestión que se organiza todo de antemano. Esto actividad suele ser el elemento más apreciado del Encuentro: el encontrarse con gente de distintas partes de la diócesis, el poder conocerse, y compartir puntos de vistas que terminan enriqueciendo la mirada sobre la familia diocesana.

Mientras se conversa en grupos los sacerdotes confiesan en lugares cercanos a los grupos. ¡Es una oportunidad providencial para la práctica del sacramento de la penitencia!

Llegado el mediodía es el momento del almuerzo, generalmente a la canasta, y dentro del mismo grupo. Aunque no en todos los encuentros se hace del mismo modo. Concluido el almuerzo es casi seguro que se comparte lo conversado en los grupos, y también se suele cantar, presentar alguna teatralización, etc.

El punto culminante, el más importante de todos, es la celebración de la Santa Misa, a las 15:30 aproximadamente. Ya sabemos que la eucaristía es la cumbre de todo lo que la Iglesia hace, y es a la vez la fuente de donde brota toda su vitalidad.

Esto que te comparto a vuelo de pájaro tiene una profunda raíz: la fe. Nos reunimos como creyentes, como seguidores de Cristo, justamente para compartir nuestra fe en Jesús. La reunión es un Encuentro: con Jesucristo, y con los hermanos de las distintas comunidades. ¡Y lo que más llama la atención es el poder constatar cómo Dios obra en todo y en todos!

Pensemos que al encontrarnos alegramos el corazón de Jesús, y el corazón de María Santísima, Madre de la Iglesia. ¡Y que hacemos mucho bien a los hermanos con nuestra participación! Nos reunimos, no porque no tengamos otras cosas que hacer, sino porque apreciamos la comunidad, amamos a nuestros hermanos, y porque queremos regalarnos un momento de alegría y de fraternidad.

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Nos vemos en la localidad de Itatí

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